- No nos gusta el color de esa guitarra que nos hemos comprado de segunda mano
- Nos hemos cansado del color
- Siempre hemos querido tener un color concreto
- Se nos ha dañado un instrumento y se notan demasiado las marcas
El proceso para pintar un cuerpo, mástil o instrumento entero es el mismo que se utiliza también para preservar la firma de alguien famoso o restaurar el logo con la marca en una pala.
Pero antes de ponernos a pintar, tenemos que plantearnos varias cuestiones que os detallaré a continuación.
Desmontando mitos: los instrumentos no se pintan como un coche
Antes de nada quisiera hacer hincapié en que el proceso de pintado de un instrumento no tiene nada que ver con el de un coche, por muchas razones:
Cantidad de pintura utilizada
Para que un instrumento respire correctamente no debe llevar mucha capa de pintura. En un coche se suele pintar sobre el acabado original, por lo que con los años esa capa es cada vez más gruesa.
Esto en una guitarra o bajo sería fatal pues la madera dejaría de resonar correctamente.
Método utilizado
En el coche se rellenan y lijan los desperfectos y sobre ello se pinta con el color base para luego lacar (o barnizar) el acabado, se introduce en el horno y se da un pulido. Al llevar más cantidad de pintura ese pulido se puede hacer sin llegar a la capa de color base.
Esto en un instrumento es impensable no sólo por la cantidad de pintura sino por no poder usar un horno al estar trabajando con madera.
Debe secar con las condiciones correctas al natural.
El retoque
Muchas veces en el taller me preguntáis sobre retocar ciertas partes que se han deteriorado, en ocasiones para eliminar arañazos superficiales, se puede hacer un pulido pero hay ciertos golpes o desconchones que conllevan mayor dificultad.
Poder retocar un desconchón consiste en lijar la zona para igualar la superficie, hacer pruebas de color hasta acertar con el indicado y hacer de nuevo pruebas con el lacado, para acertar exactamente con la tonalidad.
La luz, los años y el desgaste hace que la pintura se degrade y que no coincida la tonalidad de una nueva con una vieja.
Una vez conseguido, hay que intentar que no se note el corte del acabado nuevo con el viejo. En el caso de un coche nos pintan por partes, una puerta, una aleta, etc., pero en nuestro caso eso no es posible.
La conclusión es que no basta con dar con un pincel o un tiro de pintura para “disimular” ya que es que si no se hace bien quedará peor de lo que estaba.
Pintar o no un instrumento: dudas que surgen a la hora de tomar una decisión
-
Instrumentos antiguos o de gran valor
Hay que tener en cuenta que un instrumento vintage que no tiene la pintura original, se devalúa, independientemente de su estado.
Este es un caso en el que no lo recomendaría bajo ningún concepto.
-
Pequeños desperfectos en la pintura
En muchas ocasiones un arañazo, pequeño golpe o desperfectos en el acabado nos hace pensar en retocar el acabado o incluso pintar la guitarra o bajo de otro color.
A diferencia de un coche, no podemos estar pintando el instrumento en cada desperfecto que aparezca, no sólo por el coste que conlleva la dificultad del retoque, sino porque tarde o temprano algo nuevo aparecerá.
A veces, lo mejor es considerarlo marcas de guerra, aunque cada uno debe decidir si repararlo o no.
Soy partidario de que cada arañazo, golpe o desconchón que no afecte a la estructura del instrumento pasan a formar parte de su historia.
-
No nos gusta el color
Estamos pensando en comprar un instrumento de segunda mano, pero el color no nos convence o, simplemente, nos hemos cansado del color actual que tenemos.
Pues bien, la decisión básicamente pasa por saber si la inversión merece la pena en esa guitarra o bajo.
Antes
Después
Pasos para pintar una guitarra eléctrica o bajo y cómo influye en el sonido
-
Desmontar
Como es lógico antes de nada hay que quitar todas las partes de la guitarra eléctrica o bajo que nos estorben para poder hacer el trabajo. Puente, clavijero, circuitería, etc., y proteger todas las zonas donde no deba entrar la pintura, como el acceso al alma de una guitarra.
-
Retirar la pintura antigua
Lo que comentábamos antes, para evitar que la madera no respire correctamente, hay que eliminar el anterior acabado.
Si bien existen varios métodos para hacerlo, no soy partidario de utilizar ningún medio químico, tipo decapantes. Cuchilla y lija es lo que suelo utilizar para el proceso.
Este punto es importante ya que puede que queramos el acabado de nuestro instrumento al natural, dejando que se vea la veta de la madera y no siempre es posible pues no sabemos lo que podemos encontrarnos debajo de la pintura como en el caso de esta guitarra Fender:
-
Restaurar los posibles desperfectos como grietas o agujeros
Antes de comenzar con la pintura debemos dejar la superficie perfecta, esto se consigue a base de lija (con cuidado de no pasarnos y reducir el instrumento) y rellenando los desperfectos.
-
Imprimación o tapa poros
Para poder cerrar el poro de la madera y que el acabado quede liso se puede utilizar una imprimación o tapa poros.
La imprimación es algo más densa que la pintura y su sellado es mayor.
Este paso es posible hacerlo con pintura pero se necesitarían más capas.
Si en el acabado que buscamos queremos que se note la veta de la madera (como ejemplo guitarras Gibson con acabado faded) este paso lo podemos omitir.
-
Capa de color base
Una vez tengamos la superficie bien lisa y lijada para que agarre la siguiente capa, podemos aplicar el color elegido.
-
Lacado del instrumento
Entramos en la parte más tediosa que consiste, resumiendo, en aplicar la laca, dejar que seque y lijarla para volver a aplicar otra mano.
Cada capa debe ir muy poco cargada de pintura y en cada lijado usar una lija más fina para en la última capa hacer el pulido y que quede como un espejo.
Depende del tipo de pintura utilizada, 7 capas suele ser lo recomendable.
-
Montaje
Por último hay que montar y ajustar la guitarra eléctrica, acústica o bajo. La diferencia de grosor de la pintura original a la nueva y el hecho de quitar y añadir de nuevo todas las piezas hace que sea necesario ajustar de nuevo.
Enderezar el mástil para comprobar el funcionamiento del alma de la guitarra o bajo es fundamental, sobre todo si se ha lacado el mástil para comprobar que no ha entrado pintura.
Vuelvo a hacer hincapié en la poca cantidad de pintura a usar y en respetar los tiempos de secado entre capa para no estropear el trabajo y tener que empezar de cero.
Aquí podemos ver como quedó la anterior guitarra Fender que no se pudo dejar al natural:
Tipos de pintura y materiales
Básicamente encontramos tres tipos:
-
Poliuretano
Se utiliza en gran parte de instrumentos. Muy resistente y con un secado relativamente rápido. Si la cantidad utilizada no es excesiva el instrumento respirará correctamente.
Hay que tener en cuenta que con los años amarillea.
-
Nitrocelulosa
Antiguamente era la más utilizada en los instrumentos musicales. Es muy elástica y permite respirar la madera muy bien.
Hay a quien la tonalidad que ofrece le gusta más frente a otras opciones, sin embargo hay a quien no.
Como desventaja, tiene unos tiempos de secado muy lentos (entre 30 y 40 días), es muy tóxica, amarillea y se deteriora con mucha facilidad, dando un aspecto vintage. Claro está que es el efecto buscado en muchas ocasiones.
-
Acrílica
Esta es una opción que empieza a ser muy habitual. Utilizada en poca cantidad deja respirar muy bien el instrumento, si bien no es tan resistente como el poliuretano, lo es mucho más que la nitro.
Su secado es muy rápido y no amarillea con los años.
Matizar que estás pinturas acrílicas no son como acuarelas. Es una pintura que se puede rebajar, mezclar y limpiar con agua y una vez seca solo podrá ser eliminada como cualquiera de las anteriores.
-
Goma laca
Esta resina es utilizada sobre todo para barnizar guitarras clásicas y flamencas. La técnica que se utiliza es a muñequilla y no tiene nada que ver con las anteriores.
Cual elegir entre las tres primeras es cuestión de gustos. Hay fervientes amantes de la nitro pero hay casas, como PRS o Rickenbacker que no la suelen utilizar.
Bajo mi punto de vista la clave está en lo que vengo repitiendo en todo el artículo, usar poca cantidad.
Tipos de acabados
-
Brillante
Este acabado consiste en que la guitarra o bajo brillen como un espejo, la superficie debe ser perfecta y que te puedas reflejar sobre ella. Es el acabado más común.
-
Mate
Se puede conseguir de diferentes maneras, bien lacando con un barniz satinado o mate o bien sin lacar y que el color principal sea mate.
Hay que tener en cuenta que este acabado por el roce del brazo en esa zona acaba siendo brillante.
-
Faded
Así lo llama Gibson, aunque este acabado no sólo lo utilicen ellos. Consiste en dar una capa mínima de pintura dejando que la veta de la madera se note al tacto y visualmente.
A parte de estos acabados, una cosa que me suelen pedir mucho en el taller, es dejar el instrumento sin que brille como un espejo, con apariencia de tener algunos años pero sin golpes ni desconchones.
El efecto consiste en no hacer un pulido tan a fondo.
Protección de firmas
No es la primera vez que alguien se pasa por el taller con una guitarra o bajo firmado por alguien. Si el instrumento le vas a colgar de la pared, no sería necesario hacer nada más que tener un poco de cuidado, pero si quieres utilizarla es posible que la firma acabe desapareciendo tarde o temprano.
La protección se hace lacando la firma con varias capas para protegerla. Un buen pulido y, dependiendo de la laca utilizada, hará que no se note con la original del instrumento.
Como todo, dependiendo de la zona donde se encuentre la firma, hay que tener cuidado de que no acabe desgastándose la laca y que sea necesario repasarla pasados unos años.
Mucho ojo antes de aplicar la laca no vaya a ser que deshaga la firma.
Instalación o restauración de logos en la pala de los instrumentos
Pueden ser varias la razones por las que hay que volver a poner un logo en una pala.
Las más comunes serían fruto de restaurar una pala rota, arreglar o restaurar el mástil de una guitarra o bajo o que por el cambio de color se tenga que volver a poner.
También puede ser que, simplemente se quiera poner un logo personalizado.
El proceso, las pinturas a utilizar y los tipos de acabados son los mismos que hemos ido comentando a lo largo de artículo.
La diferencia reside básicamente, que entre las capas de laca se coloca el logo y se lija para que no se note su contorno.
Esta es la técnica más utilizada por la mayoría de casas como en el caso de Fender; otras firmas como Ibanez lo hacen de manera similar, pero utilizando un logo de mayor grosor por lo que se notará algo relieve; y en el caso de Gibson, incrustan el logo en la madera para luego lacar.
Como podemos ver, es posible realizar cualquier cosa que nos imaginemos con cualquier color o tipo de acabado y no solo respecto a un mástil, cuerpo o guitarra entera, sino que también se puede proteger sólo el golpeador por ejemplo, porque ha sido pintado por el cliente.