Muchas veces leemos que es recomendable cambiar las cuerdas una por una y no todas a la vez. Esta afirmación está basada en que si se quitan todas las cuerdas simultáneamente, éstas dejan de ejercer presión sobre el mástil y podría sufrir alguna deformación. Pero no nos podemos quedarnos con la idea de que el cambio de cuerdas puede producir distorsiones en el instrumento, ya que en teoría, cuando se ponen las cuerdas nuevas y se afina el instrumento, el mástil recupera una posición muy similar a la original antes de cambiarlas. Pero esto sucede en teoría porque en el mundo de la luthería no hay normas inamovibles y en la práctica puede que no sea así y el instrumento lo realmente nos está pidiendo es que sea revisado.