Pues después de hacer un ajuste al bajo Cort de un cliente, me preguntó por algún otro bajo rockero tipo Fender Precision Bass. La conversación nos llevó a que tenía guardado desde hace años un Peavy T20 de 1984 que no usaba pues era Fretless y no sacaba el sonido que quería…La solución estaba clara ya que por el precio de la modificación no iba a encontrar, ni de lejos, un bajo de semejantes calidad.
Unos días después me llegó el bajo Peavy T20 para ponerme con él. Estaba en muy buen estado y tan solo tenía las típicas marcas hechas en el diapasón por las cuerdas, a priori…
En una segunda inspección, me llamó mucho la atención que el diapasón era más grueso por el lado de la primera cuerda que de la cuarta, cerca de 1mm de diferencia. Es algo extraño, sobre todo teniendo en cuenta que este bajo vino así de serie y fue comprado nuevo sin trastes.
En teoría, a la hora de construir los bajos Peavy T20, se utilizan los mismos diapasones; la diferencia es que a uno se le pone trastes y a otro unas guías para indicar su posición. Imagino que al poner las marcas y nivelarlas para igualar su altura con la del diapasón, se limó de manera incorrecta más por un lado que por otro.
Así que dejando de lado que tenía muy poco diapasón en la parte de la cuarta cuerda (lo que me hizo tener que ir con mucho cuidado), el radio era correcto.
Pues manos a la obra. Me pongo a limar el diapasón sólo lo justo para eliminar las marcas que las cuerdas han ido creando con los años. Esta parte es la más delicada ya que, como comentaba, queda poca madera en un lateral y podía echar a perder el diapasón original.
Una vez bien nivelado y habiendo comprobado que el radio era el correcto, hice las ranuras de los trastes. En esta parte, también hay que ir con cuidado ya que la más mínima variación en la ranura provocará problemas de afinación.
Tras eliminar las guías de trastes originales de arce, el diapasón ya ha quedado listo para poder ser entrastado. Algunas fotos del proceso y resultado:
Una vez colocados, nivelados, recoronados y pulidos como un espejo, hay que hacer un hueso nuevo ya que al poner los trastes el original se queda muy bajo.
Otro detalle que me llamó la atención es que el original estaba pegado a conciencia. Hubo que limpiar a conciencia el canal donde va a alojado y, una vez hecho, aumentar su profundidad para que la nueva cejuela tenga algo más de asiento.
Se hacen los últimos retoques de la cejuela con las cuerdas ya puestas y se procede a hacer un ajuste completo del bajo . A excepción de un ruido en el pote de volumen que se solucionó con su limpieza no apareció nada raro.
Conclusión, un instrumento ya clásico con un sonido rotundo y muy bien definido. Por algo lo sacó Peavy como la competencia al Precision Bass