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La construcción de un bajo no deja ser algo apasionante para un Luthier pero el día a día del trabajo en el taller no siempre permite crear tantos instrumentos como se desea. No obstante, siempre me gusta estar haciendo alguno y para ello cuento con un compañero de profesión, Carlos Thous. Entre los dos la construcción es más fluida, eficaz y no cabe duda de que es mucho más entretenida.

Suele ser muy común que en algún momento todo aficionado / músico se haya planteado tener un instrumento totalmente a medida; especialmente cuando necesitamos unas características muy concretas que no encontramos en ningún instrumento del mercado.

En este caso, vamos a ver el proceso que seguimos para fabricar un bajo eléctrico desde cero.

Si bien Paco, nuestro cliente, tenía claro qué era lo que necesitaba y quería, hay muchas variables en el proceso de creación de un bajo en las que le hemos ayudado a tomar decisiones.
Vamos a ir viendo cuales fueron los pasos, materiales y componentes que se usaron para su fabricación.

Pros y contras a la hora de encargar un instrumento a medida.

Lo primero es tener muy claro qué es lo que se quiere y cómo se quiere.

La segunda cosa que hay que tener en cuenta es que estamos haciendo algo personalizado y que una vez terminado se van a poder modificar ciertas cosas, pero partiendo de una base ya creada.

La tercera y la más importante es que es un instrumento hecho bajo las especificaciones del cliente pero con las mejoras o consejos del luthier y por lo tanto, hecho exclusivamente para ti, no para otro músico.

Como conclusión y, siendo sincero, tenemos que pensar que va a ser un instrumento fabricado a medida para vosotros y que, posiblemente, sea para toda la vida. Así que para tenerlo todo bien atado, lo mejor es probar muchos instrumentos para saber qué es lo más os gusta de cada uno y qué es lo que menos y entonces, ponernos con ello.

Herramientas necesarias para construir un bajo eléctrico

Tenemos que tener en cuenta que no vamos a crear un bajo casero sino un bajo artesanal, es decir, un instrumento profesional totalmente hecho a medida.

Si bien podríamos utilizar ciertas herramientas cotidianas para algunas cosas, para otras es necesario que sean específicas. Lo aconsejable para poder llegar a un buen resultado es tener la herramienta y maquinaria concreta para cada parte de la construcción y, a ser posible, de la mejor calidad.

Pero no todo es la herramienta, sino unos conocimientos y una experiencia que no nos haga desechar todo el trabajo por una mala medida o un mal cálculo. De ahí la importancia de saber qué se quiere y si es viable o no antes de llevarlo a cabo.
Con esto solo quiero hacer hincapié en que no es ensamblar un instrumento (que también hay que tener un mínimo de conocimientos), sino en crearlo desde un bloque de madera para que sea funcional, anatómico y, si es posible, bonito.

Tipos de bajos eléctricos

Antes de nada hay que tener en cuenta que lo que queréis y lo que necesitáis. Vuestra forma de tocar, el estilo y la ergonomía del bajo son claves a la hora de decidiros.

Paco quería un bajo eléctrico de 4 cuerdas de corte clásico, muy similar al Wal MK1, sin embargo, el mástil de este bajo no le convencía.

Así que teniendo clara esa idea nos pusimos a trabajar en ello con el ordenador. El cuerpo iba a ser similar al Wal MK1 pero el mástil lo quería como el de un Fender Precisión Bass de 22 trastes.

La pala, aunque con un toque personal, iba también a ser parecida a la del Wal. El hardware, pastillas y posición de las mismas también iban a diferir con respecto al MK1.

Cómo la madera influye en el sonido

Ya con las ideas claras la siguiente parte es la más importante, la elección de las maderas que van a influir de manera directa en la calidad del sonido.

Una premisa importante es que el instrumento fuera ligero pero con la veta de la madera muy bonita para dejarlo en color natural.

Finalmente elegimos un bloque de aliso, con la veta muy bonita y muy bien cuadrada, sin excesivo peso y que su sonoridad nos gustó frente a otros bloques que probamos. Paco estuvo de acuerdo tras ver las fotos que le pasamos.

Encima del cuerpo iba a llevar una tapa de arce que no solo iba a dar mucha más elegancia al instrumento sino algo más de brillo en el sonido.

Para el mástil se optó por arce con un diapasón de ébano, en este caso no hubo opciones a barajar ya que nuestro cliente es un amante de esta madera. Nuevamente para el mástil y el diapasón elegimos los listones de madera que más nos gustaron en sonoridad y estética.

Pues bien, antes de empezar a hacer los cortes a la madera hay que tener en cuenta que componentes le vamos a poner.

Consejos a la hora de elegir los materiales para tu bajo eléctrico

Ya que es posible que encargar la construcción un instrumento musical no sea algo habitual también hay que tener muy claro que componentes se van a montar en el mismo.

Nuestra opinión es que siendo algo único y hecho para nosotros no deberíamos escatimar en este aspecto y tomar decisiones en base a nuestra experiencia y gustos como:

  • Mástil encolado o atornillado
  • Cuerdas a través del cuerpo o desde el propio puente
  • Pastillas simples o dobles
  • Opciones de combinaciones de electrónica
  • Radio del diapasón y perfil del mástil
  • Tipo de pala y clavijero acorde a ella

Partes del bajo eléctrico y sus funciones

Vamos a detallar brevemente qué materiales se utilizaron hacer este proyecto:

  • Componentes electrónicos: la circuitería y las pastillas

Pastillas (micrófonos): Una DarkStar que el propio cliente nos proporcionó. Son unas pastillas simples con mucha pegada, redondez y mucha definición. En nuestra opinión un acierto con el conjunto.
Electrónica: Paco quería un selector de pastillas para poder usar la del mástil, puente o ambas a la vez. Un potenciómetro de volumen para cada una de las pastillas y un varitono con cuatro posiciones controlado en intensidad por un potenciómetro de tono. Usamos potenciómetros CTS, condenadores Drop Orange un Jack switchcraft.

  • Mástil:

Inserción del mástil en el cuerpo: Más profunda que un bajo Fender y atornillado en vez de encolado.
Alma: Montamos un alma de doble acción con acceso a la misma desde la base del cuerpo ya que la pala iba a ir con una tapa de arce a juego con el cuerpo e iba a afear el resultado. Como plus se añadieron dos barras de grafito al mástil para fortalecerlo.

Trastes: Se van a utilizar trastes tipo Vintage, de 2mm de ancho que es lo que más gustaba al cliente. Como peculiaridad este bajo tenía que llevar traste cero. La cejuela para encauzar las cuerdas se fabricó de hueso.

Inlays: Solamente iba a llevarlos en el lateral, unos puntos nacarados de un tamaño razonable para poder ser bien vistos. En la parte central del diapasón solo iba a llevar uno en el traste 12, en este caso sería una moneda.

  • Hardware del bajo eléctrico:

Clavijero: Se montó un Hipshot Ultralite. Un clavijero muy ligero y muy preciso
Puente: Se utilizó un Badass II. Son puentes robustos que aportan mucho sustain. Por si esto fuera poco las cuerdas van a atravesar el cuerpo.

Bien, pues teniendo claro todo lo que se va a montar y donde se va a colocar exactamente se empezó con lo más duro… a cortar y lijar la madera… Unas fotillos del proceso:

Modificaciones en base a la construcción

Pues bien, aun teniendo todo bien planteado siempre aparece algo que o bien no te cuadra o no acaba de ser del gusto del cliente. Si nos pusiéramos a ver todas las rectificaciones no pararíamos pero vamos a detallar algunas de las más notorias:

Línea de contorno: Antes de encolar el cuerpo con la tapa de arce se introdujo una lámina de madera de separación entre ambas para que hiciera contraste. Como el resultado nos gustó en el cuerpo en la pala se hizo lo mismo con un pedazo de tapa sobrante del cuerpo.

Cutaways: si bien en el diseño original todo estaba perfecto en unas de las pruebas a Paco le pareció que el acceso a los últimos trastes era complicado por lo que se optó por retrasar y reducir el tamaño de los cutaway o “cuernos del bajo”.

Línea central que divide el cuerpo del bajo en dos. Se utilizaron varios listones de diferentes maderas para hacerla. Su objetivo no solo era estético sino hacerlo más personal.
Golpeador: Aunque la madera era preciosa y a nosotros nos encantaba se hizo una prueba con un golpeador de madera para ver como quedaba. Finalmente se quedó. Solamente va pegado con cinta de doble cara por lo que se puede poner o quitar al momento.

Marcos para las pastillas: Si bien las pastillas eran 100% funcionales para regularlas en altura los imanes quedaban muy levantados y afeaban el conjunto. Para solucionarlo se hicieron unos marcos de ébano para elevarlas y que quedara todo mejor integrado
Acabado: En un principio iba a ir lacado en nitrocelulosa pero tras las pruebas realizadas por el cliente, que se enamoró al instante del sonido, prefirió dejar el acabado al aceite.

Últimos retoques, ajustar el bajo para el cliente

Una vez terminado y tras las pruebas hechas solo quedaba decidir las cuerdas y afinación del instrumento. Si bien unas cuerdas planas o flatwound fue la primera opción (sonido más mate y nasal) al final se optó por unas cueras roundwound para tener más presencia y pegada.

Ajuste del alma, altura de puente, de pastillas, octavación, probar, volver a retocar y… aquí tenemos una preciosidad de instrumento hecho desde cero totalmente a medida…

 

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