Vamos a hablar de la importancia de los trastes, esas barritas de metal que nos van separando las notas a lo largo del diapasón en un instrumento de cuerda (guitarra, bajo, ukelele….).
No siempre es necesario modificar los trastes (por lo general, con un mantenimiento del instrumento suele ser suficiente) pero en algún momento de la vida de los mismos, hay que meterse con ellos.
¿A qué se debe el mal estado de los trastes?
- Defecto de fábrica. Sobre todo en instrumentos de gama baja o media/baja que los trastes no están bien nivelados o directamente no han sido nivelados para abaratar costes.
- Golpes o cambio de temperatura. Esto puede provocar que los externos de los trastes se levanten del diapasón provocando cerdeos en esas zonas
- Por desgaste. Esto es inevitable. El metal de la cuerda contra metal del traste provocará un desgaste que hará que más tarde o más temprano los trastes tengan que ser nivelados o directamente cambiados.
Si después de ser revisado por el Luthier encuentra uno de estos problemas de manera inevitable habrá que trabajarlos ya que de no hacerlo no solo tendremos ruidos molestos, trasteos sino que en algún momento el instrumento será inservible.
¿Cuándo debo revisar los trastes?
- Cuando “noto que los trastes cortan al pasar la mano por el lateral del mástil “. Como se comentaba anteriormente, habría que pulir los cantos.
- “He dado un golpe al instrumento y se me ha hecho una marca en un traste con una cuerda“. Me temo que en esa zona no se podrá hacer un bending ya que la cuerda se quedará enganchada.
- Todos los trastes del principio del diapasón tienen surcos. Es el típico desgaste por uso en la zona donde solemos hacer acordes. Es sonido que produce al dar una nota sobre estos surcos puede “recordar” al sonido de un sitar en vez de una nota clara y bien definida.
- Los trastes de la zona y media y final del diapasón están más planos. Al igual que el punto anterior es por desgaste, solo que en estas zonas solemos hacer más punteos y bendings y el desgaste se produce aplanando el traste.
Ya familiarizados con lo que es un traste y qué problemas pueden presentar, continúo hablando sobre cómo trabajarlos.
¿Qué trabajos se pueden realizar en los trastes?
Consiste, resumiendo, en hacer que todos los trastes estén exactamente a la misma altura.
Cualquier desviación, por mínima que pueda parecer, hará que la acción no se pueda dejar muy baja o incluso que aparezcan trasteos.
En mi opinión, el nivelado de los trastes es el punto más importante y, como digo siempre a mis clientes, si después de hacerlo no se pueden dejar las cuerdas muy bajitas es que el trabajo no está bien hecho (construido).
Son muchos los casos en los que el instrumento es económico y necesita un nivelado de trastes, pero son los clientes quienes deciden si hacerlo o no. Ante esta situación mi respuesta siempre es la misma: un buen nivelado de trastes hace que las cuerdas puedan quedar muy bajas (independiente de su calidad o precio). Y esta es la clave para que la guitarra o bajo pase de ser intocable a muy cómoda/o.
Hago hincapié en este punto ya que es un factor importante a la hora de decidirnos por comprar alguna guitarra o bajo muy barato de los que se venden que, por lo general, suelen necesitar un buen nivelado de trastes.
También hay que tener en cuenta, no dejar pasar mucho tiempo sin nivelar los trastes cuando aparecen surcos y si estos se hacen muy profundos, no se podrían nivelar y directamente habría que cambiarlos.
De esta forma, no solo no habríamos dejado al traste llegar hasta el final de su vida sino que sale más caro económicamente hablando.
- Es el siguiente paso obligatorio después del nivelado. Una vez que los trastes se han nivelado estos quedan planos y hay que hacer que vuelvan a recuperar su forma redonda, lo que se llama coronar.
Este paso es obligatorio ya que una cuerda sobre un traste plano no solo produce un cerdeo característico sino que variará la entonación. La cuerda debe apoyar solo sobre un mínimo punto en la parte superior y central del traste.
- Pulido. Una vez coronado este paso también es obligatorio. El pulido es hacer que el traste quede como un espejo no sólo por estética, sino para que las cuerdas deslicen perfectamente por ellos.
- Cambio de trastes. Este paso es la consecuencia de haber realizado uno o más nivelados anteriores en los trastes.
Llega un punto en el que el desgaste es tal que el traste no podría ser coronado, por lo que directamente pasaríamos a cambiarlo.
- Pulido o limado de los laterales. El traste no debe cortar al pasar la mano por el canto del diapasón. No sólo resulta molesto, sino que te puedes acabar haciendo daño como en el caso de la foto:
Llegados a este punto, nos vamos a centrar en en el cambio de los trastes y las opciones que se nos pueden presentar.
El tamaño de los trastes
Según su ancho y su altura hay varios tipos de trastes. Podremos oír hablar de narrow, jumbo, super jumbo, etc. que hacen referencia al tamaño. Si bien lo habitual es poner un traste igual que al que había no es extraño que se quiera cambiar de tipo por varias razones.
Tamaños y equivalencias de un traste Dunlop:
Quisiera remarcar que un traste más bajo o más estrecho no hace que la acción sea más baja que en uno más alto y ancho. La altura de cuerdas es independiente del traste que se haya montado.
Esto suele llevar a error ya que si sólo medimos la distancia entre la parte superior del traste y la base de la cuerda nos dará igual el tipo que hayamos puesto.
Diferencias entre los distintos tipos de trastes
Si bien no debe hacerla más cómoda sí que hay diferencias de sustain, de digitaciones más fáciles, de tacto, a la hora de hacer slides y bendigs, etc. Así que llegados aquí no deja de ser cuestión de gustos e influirá mucho la técnica que se utilice.
Aunque no lo parezca el traste puede hacer variar el timbre del instrumento.
Si no tenemos una referencia de una guitarra o bajo con trastes de diferente tamaño que nos hayan gustado y queramos cambiar a ese tipo optaría por poner los mismos.
No obstante, si es un instrumento es muy antiguo y de valor, también optaría por ponerlos del mismo tamaño a los que lleva de serie.
La forma de los trastes
Según la parte superior puede ser redondeados (los más habituales), triangulares, asimétricos, etc.
Material que compone un traste de una guitarra o bajo
- Níquel: En verdad es una aleación de níquel con alpaca, que a mayor cantidad de alpaca aumentará su dureza o resistencia al desgaste. Es el más utilizado y proporciona el clásico timbre al que estamos acostumbrados en los instrumentos de cuerda.
- Bronce: Si bien es inusual casi siempre los he encontrado en varios bajos y guitarras clásicas. Algo más brillante y de duración algo mayor a los anteriores.
- Acero: Su resistencia es mucho mayor a los anteriores, pero también su sonido, mucho más brillante, algo más incisivo y frío. No a todo el mundo gustan, como pasa con las cuerdas de níquel y acero y según el caso los montaría o no ya que la inversión es mayor.
- Titanio: De resistencia al desgaste como el acero, pero pesa menos que éste. Aún no es muy popular.
- Antialérgicos: La dureza es similar a los de níquel, solo que hechos de un material que no producen alergia.
Si se va a dar un uso moderado al instrumento, los trastes llevan puestos 30 años o directamente no nos gusta el sonido del acero optaría por níquel.
Sin en embargo, salvo que no nos guste nada el sonido del acero y cada dos años tenga que cambiar de trastes si optaría por los de acero.